Aunque hace algún tiempo se llevó a cabo una subasta en la que se vendió por $114 mil una fotografía que había sido catalogada como la primera selfie de la historia y que fue tomada en 1850 por Oscar Gustac, un famoso fotógrafo que experimentó con muchas técnicas y que al día de hoy se conoce como el padre de la fotografía artística, posiblemente no sea esa la que en realidad fue la primera de la historia.

oscar-gustac

La fotografía de Gustac ha sido bastante afamada, no es un selfie tal cual hoy lo conocemos, sino que una fotografía tomada en un espejo, porque no se podía hacer eso con las cámaras de entonces; el aparece frente a un espejo, de hecho a menos que alguien lo explique, no parece mucho una auto fotografía, porque él era muy profesional y se encargó de que no se diera cuenta el espectador.

La primera autofoto

Ahora vamos a la contraparte de esta, la que posiblemente es la verdadera primera selfie de la historia; esta otra data de 11 años antes que la que fue subastada, data de 1839 y fue tomada por un fotógrafo y químico amateur, llamado Robert Cornelius; cabe recalcar que para esos tiempos, era mucho más complicado tomarse una fotografía, por eso tanto él como Gustac lo hacían hacia espejos, porque debían pasar frente a la cámara por unos 15 minutos aproximadamente.

Daguerrotipo

Este era el aparato que dio origen a nuestra cámara fotográfica, era el que necesitaba un proceso químico para obtener la imagen y que funcionaba con mucho tiempo de espera, razón por la cual la persona debía estar sentada o parada en una misma postura todo el tiempo, para que no apareciera desenfocada o movida en la fotografía.

cornelius-daguerre

Sea cual sea la primera fotografía de la historia en realidad, ambas debieron ser tomadas con la misma y única tecnología que había en esas fechas; como son contemporáneas debió ser así. La selfie de Robert aparentemente es la correcta, porque ostenta un lugar especial en un museo de la Biblioteca del Congreso en Washington D.C.